15 de octubre de 2021

La crisis migratoria en Ecuador.

En los últimos meses se ha disparado la salida de ecuatorianos hacia México para  cruzar la frontera y poder llegar a los Estados Unidos, esta situación ha llegado a ser critica, tanto así que el gobierno mexicano ha impuesto la visa a ciudadanos ecuatorianos que lleguen al país azteca, el problema de la migración en el Ecuador no es nada nuevo, pero sí se ha acentuado en los tres últimos años, el problema hay que buscarlos en el gobierno de Lenin Moreno y en al actual presidente Guillermo Lasso pero incluso más a fondo en los problemas estructurales del Ecuador. 

Si la migración a finales del siglo xx fue en desbandada producto de la destrucción económica del país y la consiguiente dolarización que obligó a la salida de millones de ecuatorianos, hoy los problemas no se han solucionado, solo 1 de cada 3 ecuatorianos tiene un trabajo estable, casi un 50% de la población activa tiene dos empleos o trabaja de manera informal, ninguno de los gobiernos han intentado solucionar el problema migratorio de una manera real, si bien es cierto en la presidencia de Rafael Correa la migración se detuvo e incluso miles de ecuatorianos retornaron al país gracias a las políticas económicas que realizó Correa con lo cual fortaleció la economía del país y se llegó a pensar en el desarrollo del Ecuador. pasados estos años se comprueba amargamente que no fue suficiente, desde la salida de Correa del país la migración vuelve a dispararse, demostrando que quizás las políticas económicas de Correa aunque bien intencionadas ni fueron suficiente. 

Lasso y la mismísima supervivencia. 

En la última sesión de la ONU  el presidente Guillermo Lasso, habló de la situación migratoria como algo de "mismísima supervivencia" e hizo incapié en cuestiones de libre comercio que a su juicio detendrán la migración al crear oportunidades de empleo y bienestar en los países de origen de las personas que pretendan migrar, sin embargo, Ecuador es un país donde las oportunidades se le niegan a su propio pueblo, la última reforma laboral del gobierno de Lasso pretendía entre otras cosas que el empleado una vez despedido, pagase al empleador por el su propio despido, solo este pequeño apunta demuestra la política del gobierno de Lasso en materia de brindar oportunidades a los ciudadanos. 

El libre mercado no creará oportunidades de empleo ni de bienestar al pueblo, sino todo lo contrario, debilitará a un más al estado, ¿Cómo se puede pretender entonces frenar la migración cuando no se busca soluciones reales? ¿Cómo se puede tener valentía para decir que la migración es una cuestión de mismísima supervivencia cuando en el país no se ha hecho absolutamente nada para brindar oportunidades de trabajo estable y digno a su pueblo? Lo peor de esto es que el presidente Lasso fue el artífice de la dolarización en el Ecuador en 1999, fue el ministro que logró de manera perversa implantar un salvataje bancario que fue el origen de la enormes olas migratorias de ecuatorianos desde 1999 hasta los primeros años del siglo xxl.

Sin embargo, ganó las últimas elecciones presidenciales, gracias a una excelente campaña, al apoyo de los medios de comunicación y en cierta forma gracias también a una mediocre campaña de su contrincante Andrés Arauz, y así se puede resumir que de esos polvos vienen estos lodos.

La situación de la migración no se puede solucionar sin primero otorgar al conjunto del pueblo una vida digna, con trabajo, educación, sanidad, cultura, pero todo esto con dignidad, y lógicamente con el libre mercado no se puede solucionar los problemas estructurales del país que son el origen de la situación de desesperación y desamparo del pueblo, sumido en la pobreza, mientras el gobierno solo piensa en el beneficio de su clase social, de los empresarios y obedeciendo al FMI. 

Un país no puede sentirse orgulloso porque sus hijos salgan a buscarse la vida fuera de sus fronteras, no son héroes los migrantes, sino víctimas de un estado que no piensa en su pueblo, víctimas de quienes son una minoría pero al mismo tiempo son dueños del país, un país postrado, secuestrado por banqueros y empresarios no puede aspirar al desarrollo ni a una vida digna, mientras no se tome en cuenta y en serio esta situación, el problema de la migración irá creciendo y dentro de unos años no habrá familia ecuatoriana que no tenga un familiar en una metrópoli europea o en Estados Unidos, y esto no es bueno para el país, es encadenarlo a vivir de remesas y obligar a sus hijos a vivir fuera de su patria y lejos de su familia.