3 de octubre de 2021

Crisis carcelaria en Ecuador.

La crisis carcelaria que ha causado más de 100 víctimas en la cárcel de Guayaquil es el resultado de la pésima gestión de los últimos años por parte del gobierno ecuatoriano, si bien es cierto en la presidencia de Rafael Correa se beneficio a los reos en sus derechos y condiciones carcelarias, en los años posteriores del gobierno de Lenin Moreno se retrocedió en esos mismos derechos y condiciones, el hacinamiento, la falta de personal cualificado y la deficiente e ineficaz justicia en el país han sido promotoras para las masacres que se han sucedido en los últimos meses, principalmente la acontecida hace unos días en Guayaquil. 

No es nada nuevo que en las cárceles del país reinan bandas de delincuentes que tratan de tener el control de las cárceles como una especie de tierra sin ley, mientras la policía se muestra incapaz de controlar a los presos y mucho menos de frenar la delincuencia en Ecuador, desde el primer motín carcelario en febrero del presente año el gobierno ecuatoriano se ha escudado en la guerra de bandas, cosa que no es  del todo mentira, pero tampoco es una justificación  válida, es sencillamente la demostración que el estado ecuatoriano no ha sido capaz de prever estos acontecimientos y sigue empeñado en no buscar soluciones.

Desde el primer motín, se tuvo que haber tomado medidas concretas, y aplicado el código penal que en su artículo 12 establece que las personas privadas de libertad tienen derecho a la integridad personal, es decir el derecho a la vida, este derecho ha sido nuevamente burlado, tres motines en lo que va de año hacen del Ecuador un país que va camino no solo de una mayor crisis en las cárceles, sino las demostración de ser un estado fallido como la manifestaba la televisión italiana hace unos días.

Son casi cinco años que el país ha retrocedido del progreso al caos, una oligarquía que ha vuelto al poder, demostrando su incapacidad para buscar soluciones a los problemas nacionales, si terrible ha sido la gestión de la pandemia, es aún peor la gestión de las cárceles en el país, el actual presidente Guillermo Lasso Mendoza ha ofrecido medios económicos para palear la actual crisis, medios que son totalmente insuficientes, el problema es mucho mayor, son bandas organizadas, son delincuentes peligrosos y presos por delitos menores, es la falta incluso de una asesoría sicológica, se existen las cárceles es para la reformación de personas que han cometido delitos, no para que las cárceles se conviertan en centros donde reine el salvajismo a ojos del estado ecuatoriano y este muestre si incapacidad para tomar el control. 

No es de de extrañar que lo sucedido en Guayaquil se vuelva a repetir, tanto en esa ciudad como el en resto del país, una nación que no pueda tener el control de su sistema penitenciario, que no pueda garantizar la vida de los reclusos es realmente un estado que va a la deriva, y se aproxima mucho más a ser una republiqueta bananera donde reina el más fuerte.


Jorge Ochoa Moncada.